14 de marzo de 2015

Las TICs rutinarias

Si tuvierais que quedaros con determinadas herramientas TICs de todas las que podemos disfrutar hoy en día, ¿con cuáles serían? Ya sean para casa, por diversión, para el trabajo, para estudios académicos, las TICs se han convertido en un instrumento cotidiano y esencial en nuestra vida. Hace unos cuantos años, cuando andábamos por el instituto, aún no éramos conscientes de todo lo que se podía hacer con ellas. Ahora, con la aparición de muchas redes sociales desde los últimos años y de la creación de cada vez más programas, hemos descubierto un mundo de originalidades y formas de presentar nuestros trabajos y recabar información (ya sea académica como personal). 

Bienvenidos al siglo de las TICs. 

A la hora de hacer cualquier trabajo, por ejemplo, siempre nos enganchamos al ordenador y a todo lo que puede ofrecernos, olvidándonos desgraciadamente, de que nuestras manos sirven también para escribir. ¿A qué solemos recurrir entonces? Comencemos nuestra rutina: si no tenemos el libro que hemos de leer, qué mejor manera que buscarlo en una librería o biblioteca, pero, ¿y si no lo encontramos? Fácil, podemos optar por el formato en ebook (para quien tenga uno).


Una vez con el libro, preparado y elegido el tema, nos abalanzamos sobre nuestro teclado y buscamos en el navegador, Google por excelencia, el tema que nos interesa, y click: ¡Voy a tener suerte! Y la tenemos casi siempre encontrando un sinfín de artículos, PDFs, blogs, páginas de Internet o Wikis que nos muestran y nos facilitan la información que deseamos. Pero nos metemos mejor en el Centro Virtual Cervantes, Dialnet o cualquier página certificada como Instituto para que nuestras fuentes de información tengan un poco más de fiabilidad, por si las moscas.

Una vez recabada la información... ¡duda en una palabra que nos surge! Y nuestro segundo click va dirigido a WordReference y nuestro querido portal de la RAE digital para verificar cualquier duda semántica, ortográfica o gramatical. Ya estamos más tranquilos.

Buscamos a continuación un soporte donde redactarlo y aclarar las ideas que hemos ido englobando. A veces se trabaja con Word, otras con Open Office, pero el resultado sigue siendo el mismo: un trabajo enmarcado, justificado y bien presentado a Times New Romans 12. Ahora tenemos que darle forma para la exposición oral ante nuestros compañeros: ¡qué mejor que un Power Point para que puedan seguir la explicación e ilustrar nuestras palabras con cualquier proyección de imágenes o de gráficos!; bueno, o quizás un Prezi, que queda más profesional.

Como elementos de apoyo a nuestro trabajo decidimos buscar y poner algún vídeo de Youtube que ilustre bien nuestro tema. También se nos ocurre hacer un Photopeach y un Glogster, para que quede más original mediante la presentación de un vídeo que trata el tema y de un poster con diferentes enlaces que llevan a más información, para el que quiera saber más del tema.

Una vez terminada mi parte del trabajo, tras varios días de investigaciones, selección de la información y composición del trabajo, cojo el móvil y hablo por WhatsApp a mi compañera... Huy, no aparece el doble check. Opto entonces por Facebook, seguro que la encuentro por ahí. Eso sí, antes que nada me pongo a mirar las notificaciones que tengo y no he leído; esa es la parte negativa de tanta TIC y red social que sirve tanto para trabajar como para hablar con amigos y subir fotos: la distracción. Rápidamente me vuelvo a concentrar en el trabajo y se lo envío por mensaje privado para que no se copie nadie más y así tenga mi parte del trabajo. Ya de paso, mi compañera me dice de quedar por Skype para ensayar la exposición porque ella vive fuera de Alicante y es más cómodo ensayar juntas de esta manera.

Y así es como al final, el día de la presentación, aparecemos con nuestro Prezi y lo ponemos con la ayuda del proyector de clase y del ordenador (que suele funcionar bien todos los días) para hacer la exposición de nuestro trabajo sobre el libro que habíamos elegido y leído en el ebook.

Este no es más que un ejemplo de miles del uso que hacemos en todos nuestros trabajos académicos de las TICs. Y no solo de trabajos, sino que las utilizamos diariamente y cada vez más, para cualquier duda o cosa que nos pueda surgir, para preparar una clase, algún material de apoyo o simplemente para cotillear al vecino. 

¿Vosotros hacéis alguna rutina diferente en los trabajos o estamos ya demasiado acostumbrados a estas herramientas que siempre utilizamos aunque sean más modernas y originales? 

Creo que la tecnología avanza muy rápido, pero nosotros tendemos a estancarnos enseguida. 

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo con todo lo que expones. Las TICs ya forman parte de nuestra rutina diaria tanto para bien como para mal. Personalmente les veo más ventajas que desventajas pero también todo va vinculado al uso que hagamos de ellas. Sin duda alguna, para el tema de los estudios e incluso para preparar nuestras clases como docentes, son un gran apoyo y punto a favor.

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